Pues nada grave. Aunque es una estrella internacional, la cantante country se ha puesto enferma como todo el mundo y por prescripción medica no ha podido realizar el concierto que tenía que celebrarse en Louisville, Kentucky, este fin de semana.
El mismo sábado por la noche Taylor se disculpaba a través de Twitter: "Louisville, me da mucha pena tener que posponer este espectáculo hasta el 11 de octubre. Ésta es la primera vez que me veo obligada a hacer esto. Estoy muy, muy triste".
Sus fans, que no están acostumbrados a que la artista cancele conciertos, se mostraron muy comprensivos y entendieron perfectamente el motivo de la suspensión.
Poco después de su mensaje, Twitter se llenó de cientos de mensajes con el hashtag #getwelltaylor ('Ponte bien, Taylor').
Con tantos mensajes positivos, seguro que para su próximo concierto el 8 de julio en Charlotte, Carolina del Norte, ya está totalmente recuperada.